Hoy hemos leído los capítulos XVIII, XIX y XX, en los que el Principito continuaba en la Tierra….
El XVIII capta nuestra atención con el siguiente párrafo:
«¿Los hombres? Creo que existen seis o siete. Los he visto hace años. Pero no se sabe nunca dónde encontrarlos. El viento los lleva. No tienen raíces. Les molesta mucho echar raíces».
Y esto hace comenzar un debate:
– Vivina: «Las raíces son muy importantes, si a una flor le quitas la raíz, se muere».
– Isabel V.: » A las personas no se les pueden cortar las raíces, son como los antepasados, quieras o no están ahí. Lo bueno es lo que salga de esas raíces, pueden llevar buena o mala trayectoria, pueden expandirse o morirse…»
– Mere: «Las raíces, llevadas a hablar de las personas pueden extrapolarse a lo que significa la familia»
– Pilar M.: «Venimos muy programados y o te metes por el carril programado o hay que librar muchas batallas para poder ser como te sientes»…
El capítulo XIX capta nuestra atención con su alusión al eco y a la soledad:
– Isabel V.: «El Principito pensaba que alguien le iba a contestar, buscaba que le respondieran los hombres. la soledad a veces la guardamos para uno mismo y no es comunicativa».
– Pilar M.: «Uno está solo si no piensa en los demás»
Y el capítulo XX lo hace por la reacción del Principito al encontrar el jardín de rosas:
– Mere: «La vanidad a veces causa desesperación»
– Isabel V.: «El deseo de poseer… El Principito pensaba que sólo existía «su flor», y al ver que había muchas más flores que no eran suyas, se entristeció y se desesperó»