Hoy hemos tenido nuestra primera actividad de la semana del libro.
Hemos hecho el sorteo del amigo invisible y después, entre todos, hemos dado continuidad al poema de Saramago* que os anunciamos.
Os mostramos el resultado ya que ¡estamos muy satisfechos!:
“¿Que cuántos años tengo?
¡Qué importa eso!”…
El caso es tenerlos,
disfrutarlos, vivirlos y dar muchos besos.
Qué recuerdos tan bonitos,
qué tiempos aquellos,
cuando todo eran bailes, risas…
Vivir era Bello
Las preocupaciones como locas
buscaban su espacio,
éramos soñadores, idealistas,
las prisas por vivir nos hacían ir volando.
Las responsabilidades de la vida
ahuyentaron la fantasía,
nos despertó la responsabilidad,
se incorporaron otras personas a nuestros días,
nos fue dando hachazos la realidad de la vida.
Aunque se piense lo contrario,
la vejez es bella,
descubrimos la aventura de ser mayor,
¡por fin tenemos tiempo!,
¡los límites son de otro planeta!,
porque esta etapa nos permite
poner los pies en la tierra.
“Qué importa cuántos años tengo.
o cuántos espero, si con los años que tengo,
¡¡aprendí a querer lo necesario y a tomar, sólo lo bueno!!”
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