LAS BRUJAS NO SE QUEJAN- CAPÍTULO II

Hoy ya es nuestra tercera sesión trabajando con el texto de Jean Shinoda Bolen. Abordamos el capítulo número 2: «Las ancianas son atrevidas».

Desde el primer párrafo surge la conversación:

 

«Una anciana es una mujer madura con entusiasmo, pasiones y alma. Si aspiras a ser una de ellas  has de saber que el secreto está en ti misma, siempre y cuando la mente, el corazón y el cuerpo todavía sigan funcionando razonablemente bien, y por tu parte valores el hecho de estar viva.»

Pilar M.: mucha gente cuando llega a mayor considera que «ya se ha terminado la vida», carecen de intereses fuera de sus hijos, su casa su….

 

«Puede que seas una anciana atrevida que ha descubierto la riqueza de la soledad y puede que disfrutes de una vida y un espacio propios…»

«Otros pensarán (e incluyo a tus nietos) que estás fuera de lugar y que eres caprichosa o excéntrica porque puedes mostrarte auténtica y no te conformas con el estereotipo que, según ellos, tiene que regir «a una mujer cabal de tu edad»…»

Pilar M.: yo me considero sin edad. Desde muy joven llevé el pelo blanco a propósito…  Uno debe estar a gusto con cómo es, es problema de los demás si no les gusta; no soy un billete de 500 euros que gusta a todos. Me gusta la idea de pensar que somos como las flores, hay flores muy diversas y a unos les gustan las orquídeas, a otros los claveles, a nadie le gustan todas…

 

La sociedad es tendente a poner etiquetas a todo, parece que hay que todos debemos encajar en el mismo molde, y eso es imposible.

Isabel V.: en la variedad está lo bonito

 

«Lo que en verdad nos revitaliza es el amor incondicional, que es la única fuente de energía que jamás se agota; al contrario, cuanto más entreguemos, con mayor cantidad contaremos».

Mere R.: La edad te hace más tolerante

Isabel V.: La edad, la vida te va enseñando. Es muy interesante entregar, no porque los demás te admiren, sino porque te sientes bien.

Pilar M.: No es la vida lo que te hace tolerante, sino la sabiduría que vas adquiriendo a lo largo de la vida.

 

«Implicarse en la vida y comprometerse con ella es una proposición madura»

Pilar M.: todo este debate me recuerda a uno de los primeros artículos que escribí en La Aventura de Ser Mayor: somos como islas, nos cuesta trascender y convertirnos en península.

Mere R.: Debemos recordar lo que hemos hecho mal en la vida para no repetir los mismos errores. A mí, a día de hoy, la vida me vuelve como una película.

Isabel V.: El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

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