Hola, te aviso, hoy quiero ganarte para una de mis reivindicaciones. Yo reivindico SER MAYOR. ¡Mayores del mundo, uniros a mi causa! Estad orgullosos de ser mayores.
Mayor no puede ser cualquiera, se precisa un requisito imprescindible: tener años, si son vividos, mejor.
Para mí ser mayor no es sólo sinónimo de tener años, para mí ser mayor es haber vivido y cerrado las etapas de la vida: infancia, juventud y la edad adulta o madurez, y entrar en la última etapa de la vida, cuyo objetivo es prepararse para la muerte. Para ello, propongo ir deshaciéndose de lo material, del tener, del poseer, del desear… encontrar la armonía con uno mismo, con la familia, con los amigos, el entorno… para generar un ambiente de paz, alegría, comprensión… para cerrar el ciclo de la vida con AMOR, para ahuyentar la pena, la tristeza de las personas que nos quieren ante el hecho de nuestro adiós.
Reivindico mi orgullo de ser mayor. Me ha costado muchos años llegar. He llenado varias maletas de o con los avatares de la vida; maletas que he abandonado, no sin antes despedirme de ellas. Era necesario. Es un requisito preciso para vivir con intensidad esta etapa.
Yo quiero ser mayor, disfrutar de los beneficios que aportan los años: sabiduría, lentitud, serenidad, paz, tolerancia, respeto… ¿Alguna vez habéis pensado que fue un error el abdicar del estatus, del respeto que en generaciones pasadas tenían los mayores? ¿Por qué vendimos nuestra alma para convertirnos en jóvenes de segunda clase, o peor aún, en “viejóvenes” compitiendo y viviendo para aparentar ser joven?
Sólo podremos sumergirnos en la aventura de ser mayor si dejamos atrás la seguridad de lo conocido. Soltémonos, amanezcamos cada día siendo conscientes de que no está escrito lo que pase, que estamos ante una página en blanco y cada uno es el responsable de escribirla.
