Esta es la segunda parte de mi artículo sobre “El Abrazo” (artículo nº 19)
Como os decía en El Abrazo, soy mayor, vivo en una residencia, confinada desde marzo del 2020. Esta situación me está produciendo un deterioro en lo físico, mental, afectivo y en las actividades culturales. En lo físico: pérdida de movilidad, fuerza y autonomía, afianzamiento de varios dolores permanentes. En lo mental: pérdida de actividad cognitiva y sobre todo de memoria. En lo afectivo: falta el compartir en presencia física, con mis personas queridas. Y en las actividades culturales: limitación de ampliar conocimientos con visitas a las exposiciones, museos, acudir a espectáculos…
No es fácil convivir las 24 horas del día con personas que no hemos elegido y el devenir de la vida nos ha unido sin preguntarnos si queríamos. Tampoco percibo deseos por conocernos en profundidad. He de confesar que yo sí siento curiosidad por saber de sus vidas, sus trabajos, sus intereses, su forma de pensar, de afrontar la vejez con sus limitaciones, su sabiduría… No pregunto porque no lo siento oportuno y no me gustaría que pensasen que soy una cotilla, porque no es ese mi motivo. Creo que hay que conocer y saber para sentirme integrada en el grupo.
En esta situación de aislamiento y soledad, mis estados anímicos varían; cada vez m e cuesta más hacer consciente todo lo positivo que tengo, disfrutarlo, estar alegre… En este torbellino me he preguntado, Pilar qué está siendo lo que más te enfada de esta situación, y esta vez con bastante rapidez me llegó la respuesta: me tienen muy enfadada LOS POLÍTICOS, todos, no excluyo a ningún partido. Me enfadan porque con sus actuaciones me hacen comprender que el bienestar de los ciudadanos no es su principal ocupación en esta situación mundial de pandemia por el COVID 19, no emplean su tiempo y esfuerzo en colaborar, sino al revés, cada partido se emplea a fondo para desacreditar la actuación de los otros. NO se aportan iniciativas ni manos tendidas a la cooperación, sino críticas, zancadillas…
Me tienen muy enfadada, tanto que yo que defiendo y estoy orgullosa de hacer mayor, me hacen sentir rabia por no tener energía suficiente para incitar la lucha de los ciudadanos anónimos que nos sentimos perjudicados porque los políticos no dedican todos sus esfuerzos en combatir el COVID 19 sino en sus partidos y el poder. Sé que no se debe ni se pueden hacer manifestaciones, salir todos a la calle, pero habrá otros medios, otras formas para hacerles comprender que somos personas que demandamos respeto, eficacia en la gestión para parar la expansión del virus y que se consiga la inmunidad del rebaño para volver a la nueva o no normalidad.
¿Se os ocurre alguna idea para que les inquiete más el despertar de los ciudadanos con sus exigencias de eficacia en su gestión que su lucha de partidos? Abandonemos la pasividad y la queja. A cada uno nos hacen lo que nos dejamos hacer.