Siempre en mi corazón

Hace un rato me han comunicado, con discreción, que se ha muerto una compañera (la costumbre de la residencia en no difundir estos hechos), no lo esperaba y me ha impactado. Me duele. Me gustaría poderme reunir en un grupo donde verbalizáramos lo que la convivencia con esta compañera ha representado en nuestras vidas. Como no lo veo factible, he decidido subirlo al blog; no es el homenaje que me gustaría pero…

Es, me resisto a poner era, una persona que sólo con verla y saludarla me transmitía paz, serenidad, a pesar de su lucha con el dolor permanente. Compartí mesa unos dos años; esto representó unas dos horas diarias de forzosa convivencia. No recuerdo ninguna queja, ni de la comida, ni de la residencia; podía comentar de algo que no le gustase, pero lo aceptaba. Si era algún alimento, simple y silenciosamente, lo dejaba, y si por si acaso, a mis instancias de que comiera, me decía que no tenía muchas ganas.

Somos dos personalidades diferentes, con vidas muy distintas, pero siento por ella Respeto y agradecimiento por el afecto, amor y amistad que me da, y por lo que ella, sin ser consciente me ha enseñado, y espero terminar mi aprendizaje y ponerlo en la práctica.

Gracias a la vida por posibilitar nuestro encuentro. Hasta pronto.

 

 

Pilar Moreno

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